"Dina assassin, Resign now, Not one more death." (Photo: Getty Images / Anadolu Agency)
The people of Peru continue to demand the end of the coup government and the return of their elected president to office.
National Strike, Day 203
July 28th 2023 marked the 202nd anniversary of the liberation of Perú from Spanish colonial rule by José de San Martin. Typically, the country would be celebrating its Fiestas Patrias in grand style with parades and parties that last several days. This year, the mood is somber because the Peruvian masses believe there is nothing to celebrate. Families of the martyrs of the Dina Boluarte coup regime and their supporters marked the day by gathering outside Congress while the de facto leader gave perhaps the longest speech in recent Peruvian history. On behalf of the state, Boluarte apologized to the families of those killed during protests. “Today more than ever we have to dialogue, listen to each other, understand each other and reach compromises and agreements among Peruvians.”
The scenes outside Congress, however, were not conducive to dialogue. Peruvian National Police brutally repressed the family members and hundreds of others gathered to continue the protest movement to oust Boluarte, among other key demands. Tear gas filled the air and the police forces already accused by various human rights organizations of using disproportionate violence against protestors once again shot at them from close range with rubber bullets and lead pellets, in what has been described as “shoot to kill” orders. In 10 days of protest, tens of people were injured and over a hundred arbitrarily arrested, including members of the independent and investigative press who have seen heavy repression in the past several months.
With over 80 people killed and thousands injured and arbitrarily arrested since the mass uprisings began in December 2022, protesters say there is little room for dialogue without justice and accountability. Peruvians largely coalesce around the demands for Boluarte to resign and for the Congress to be closed. According to the last Institute of Peruvian Studies (IEP) report, 69% of Peruvians want the establishment of a popular Constituent Assembly to rewrite the Fujimori era constitution. The movement calls for a new social pact and economic system that works to the benefit of the vast impoverished majority, especially those in el Perú profundo (deep Peru), where much of the country’s mineral wealth is located. Those coming from the largely forgotten and most impoverished areas of the country demand that Pedro Castillo be freed from prison and reinstated as the democratically-elected president of the republic in order to end the crisis.
Castillo is the latest leader of progressive democratically-elected Latin American governments to be ousted using vicious lawfare campaigns at the behest of the US government and pan-European capitalist interests. The local oligarchy and vendepatria (country seller; traitor) class, made up of about a dozen of the richest families in Perú, work with the media, owned by some of the same families, and the conservative judicial branch whose interests are those of the ruling elite to launch smear campaigns and baseless allegations to maintain the current power structures. These days, coups are more likely to take place through elite control and manipulation of media and the courts than brazen military actions.
In an interview with Venezuela News, Castillo lawyer Guido Croxatto described the recent workings of the Monroe Doctrine using courts and the law in a number of Latin American countries:
What happens in Peru is one more chapter of a movie that we already know. Detention of progressive leaders, without evidence, subjected to arbitrary processes, to condition the political life of our countries. It happened in Bolivia, in Ecuador, in Brazil, in Argentina, in Honduras. Today it is Peru's turn. It is not a very different case from the others. Castillo wanted and wants to nationalize natural resources. This does not favor the economic interests that exist over the resources of Peru. Those interests preferred another president.
On December 7, 2022, the legislative body of Perú, a Congress dominated by the far right forces of Fujimorismo, moved swiftly to depose President Castillo from office after he gave a speech in which he stated his intention to close the Congress. They charged him with rebellion and conspiracy and ousted him in a parliamentary coup. The Constitutional Court sentenced him to 18 months of preventive detention. Castillo has been denied due process, including not being allowed to speak to his defense team or his family currently living in Mexico. As Castillo’s lawyers explained in an Op-Ed for Pagina 12, his impeachment was unconstitutional, arbitrary and illegal because it was three short of the necessary 104 yes votes and did not allow Castillo to defend himself.
Today, the bloody coup regime headed by Boluarte remains entrenched in power. But if the largely crowdless military parade held this past weekend during the Fiestas Patrias was any indication, this coup government and Congress has no legitimacy with the masses.
**En Español**
Para que termine la crisis en Perú, Castillo debe ser restituido
Paro Nacional, Día 203
El 28 de julio de 2023 marcó el 202º aniversario de la liberación de Perú del dominio colonial español por parte de José de San Martín. Normalmente, el país estaría celebrando sus Fiestas Patrias a lo grande con desfiles y fiestas que duran varios días. Este año, el ambiente es sombrío porque las masas peruanas creen que no hay nada que celebrar. Las familias de los mártires del régimen golpista de Dina Boluarte y sus simpatizantes marcaron el día reuniéndose frente al Congreso mientras la líder de facto pronunciaba quizás el discurso más largo en la historia reciente del Perú. En nombre del estado, Boluarte se disculpó con las familias de los asesinados durante las protestas. "Hoy más que nunca debemos dialogar, escucharnos, entendernos y llegar a compromisos y acuerdos entre los peruanos".
Las escenas fuera del Congreso, sin embargo, no eran propicias para el diálogo. La Policía Nacional del Perú reprimió brutalmente a los familiares y a cientos de personas reunidas para continuar el movimiento de protesta para destituir a Boluarte, entre otras demandas clave. El gas lacrimógeno llenaba el aire y las fuerzas policiales, que ya habían sido acusadas por diversas organizaciones de derechos humanos de usar violencia desproporcionada contra los manifestantes, volvieron a dispararles a corta distancia con perdigones y bombas lacrimógenas, en lo que se ha descrito como órdenes de "disparar a matar". En 10 días de protestas, decenas de personas resultaron heridas y más de cien fueron detenidos arbitrariamente, incluidos miembros de la prensa alternativa e investigativa que han sufrido una fuerte represión en los últimos meses.
Con más de 80 personas muertas y miles de heridos y detenidos desde que comenzaron las masivas protestas en 7 de diciembre de 2022, los manifestantes dicen que hay poco espacio para el diálogo sin justicia y rendición de cuentas. Los peruanos en gran medida se unen en torno a las demandas de que Boluarte renuncie y que se cierre el Congreso. Según la última encuesta del Instituto de Estudios Peruanos (IEP), el 69% de los peruanos quiere el establecimiento de una Asamblea Constituyente popular para reescribir la constitución Fujimorista. El movimiento exige un nuevo pacto social y un sistema económico que funcione en beneficio de la vasta mayoría empobrecida, especialmente aquellos en el Perú profundo, donde se encuentra gran parte de la riqueza mineral del país. Aquellos que vienen de áreas en su mayoría olvidadas y más empobrecidas del país exigen que Pedro Castillo sea liberado de prisión y restituido como presidente democráticamente elegido de la república para poner fin a la crisis.
Castillo es el último líder de gobiernos progresistas democráticamente elegidos en América Latina en ser destituido mediante viciosas campañas de lawfare a instancias del gobierno de Estados Unidos y los intereses capitalistas pan-europeos. La oligarquía local y la clase vendepatria, compuesta por alrededor de una docena de las familias más ricas de Perú, trabajan con los medios de comunicación, que son propiedad de algunas de las mismas familias, y el poder judicial conservador cuyos intereses son los de la élite gobernante para lanzar campañas difamatorias y acusaciones infundadas con el fin de mantener las estructuras de poder actuales. En estos días, es más probable que se produzcan golpes a través del control de la élite y la manipulación de los medios y los tribunales que mediante acciones militares descaradas.
En una entrevista con Venezuela News, el abogado de Castillo, Guido Croxatto, describió el reciente funcionamiento de la Doctrina Monroe mediante el uso de los tribunales y la ley en varios países de América Latina:
Lo que sucede en Perú es un capítulo más de una película que ya conocemos. La detención de líderes progresistas, sin evidencia, sometidos a procesos arbitrarios para condicionar la vida política de nuestros países. Sucedió en Bolivia, en Ecuador, en Brasil, en Argentina, en Honduras. Hoy le toca a Perú. No es un caso muy diferente de los demás. Castillo quería y quiere nacionalizar los recursos naturales. Esto no favorece los intereses económicos que existen sobre los recursos de Perú. Esos intereses prefirieron a otro presidente.
El 7 de diciembre de 2022, el cuerpo legislativo de Perú, un Congreso dominado por las fuerzas de extrema derecha del fujimorismo, actuó rápidamente para destituir al presidente Castillo de su cargo después de que él pronunciara un discurso en el que expresó su intención de cerrar el Congreso. Lo acusaron de rebelión y conspiración y lo destituyeron en un golpe parlamentario. El Tribunal Constitucional lo condenó a 18 meses de prisión preventiva. A Castillo se le ha negado el debido proceso, incluyendo no poder hablar con su equipo de defensa ni con su familia que actualmente reside en México. Como explicaron los abogados de Castillo en un artículo de opinión para Página 12, su destitución fue inconstitucional, arbitraria e ilegal porque le faltaron tres votos para alcanzar los necesarios 104 votos afirmativos y no se le permitió defenderse a sí mismo.
Hoy en día, el sangriento régimen golpista encabezado por Boluarte sigue aferrado al poder. Pero si el desfile militar en gran parte sin multitudes realizado el pasado fin de semana durante las Fiestas Patrias fue una indicación, este gobierno golpista y el Congreso no tienen legitimidad con las masas.
Clau O'Brien Moscoso is an organizer with the Black Alliance for Peace in the Haiti/Americas Team. Originally from Barrios Altos, Lima, she grew up in New Jersey and now lives between both countries.